Cuando me siento frente a unos padres y les pregunto qué esperan de mi, muchos me dicen que apruebe, que se porté bien, que no responda… Pero siempre tras esta demanda se esconde el verdadero motor de lo que significa ser padres y ser familia: «Mi deseo es preparar a mi hijo/a para qué pueda tener una vida feliz«.
Consideramos qué hoy en día son muchas las exigencias que la sociedad hace a padres, madres y niñ@s. Se vuelve fácil perder el camino frente a este «mapa» plagado de metas: expediente académico, deporte, arte, creatividad, iniciativa personal, trabajo en equipo…; y plagado de miedos: fracaso, acoso, drogas, riesgos en la Red, paro…
Para mi el objetivo es trabajar conjuntamente para lograr formar personas coherentes, preparadas para la vida y felices; el resto lo hará el niño/a o el/la joven, de manera independiente y autónoma, bajo nuestra atenta mirada.